π™³πš’πš˜πšœ π™½πš˜ πš‚πšŽ πš‘πšŠ πš˜πš•πšŸπš’πšπšŠπšπš˜ 𝚍𝚎 π™½πš˜πšœπš˜πšπš›πš˜πšœ.

π™³πš’πš˜πšœ π™½πš˜ πš‚πšŽ πš‘πšŠ πš˜πš•πšŸπš’πšπšŠπšπš˜ 𝚍𝚎 π™½πš˜πšœπš˜πšπš›πš˜πšœ.

IsaΓ­as 51:12-13. Yo, yo soy vuestro consolador. 
IsaΓ­as 51:21-23. Oye, pues, ahora esto, afligida, ebria, y no de vino: AsΓ­ dijo, JehovΓ‘ 
tu SeΓ±or,  y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquΓ­ he quitado de tu mano 
el cΓ‘liz de aturdimiento, los sedimentos del cΓ‘liz de mi ira; nunca mΓ‘s lo beberΓ‘s.

En medio de tantas malas noticias, hoy quiero comunicarle una buena noticia de 
parte del SeΓ±or, y es que: Dios no nos ha abandonado, Γ‰l sabe con toda exactitud 
el lugar donde nos encontramos, y por la situaciΓ³n que estamos atravesando 
ahora mismo. 

Escuche esta palabra:
“No pienses por un momento que este peso ha venido sobre ti como resultado 
del pecado. 
Estas bajo un ataque directo de SatanΓ‘s. El enemigo de tu alma te ha 
acusado y atormentado. 
Y tal vez te encuentres, como una persona que esta ebria, es decir atontado por 
el efecto de los golpes que has recibido.

El SeΓ±or estΓ‘ diciendo, en otras palabras: “Estoy aquΓ­ para abogar tu caso, 
para intervenir por ti. Y te hago esta promesa: QuitarΓ© de ti la copa de temor que estΓ‘ 
azotando tu vida, Y la pondrΓ© en las manos de aquellos que te oprimen. Aleluya.

 
Seguimos Creyendo
Seguimos Confiando
Seguimos Orando

 

¡π’π”π’π‚π‘πˆππ„π“π„  π€π‚π“πˆπ•π€ 𝐋𝐀 π‚π€πŒππ€ππˆπ“π€ 𝐘 π‚πŽπŒπΓπ‘π“π€π‹πŽ!