¿A QUÉ COMPARARÉ EL REINO DE DIOS?
Lucas 13:20-21. Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios? Es semejante
a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que
todo hubo fermentado.
Este pasaje nos muestra que la obra de Dios no procede solo con una gran cuantidad
de clamor y publicidad.
Usted puede esperar que reinos e imperios se extiendan por medios externos como
sojuzgar ejércitos y conquistar continentes.
Pero la diseminación del Reino de Dios es como un poco de levadura en una masa de pan.
La levadura puede ser pequeña y oculta, pero ella tiene un potencial ilimitado.
Como levadura, el poder del Reino no es externo, antes bien lo es interno.
La Misión de la Evangelización, comenzó con Jesús mismo, y el cumplimiento de ésta
fue su razón de ser Cristo. Así como Él dijo que había sido enviado por el Padre, envía a
sus discípulos y a toda la Iglesia, comprometiéndoles en el movimiento mismo de esa
misión, para que continúe el ofrecimiento de la Buena Nueva en el corazón de los hombres
y de cara a la edificación progresiva del Reino de Dios.
La intención del evangelismo es dar a conocer la salvación por medio del sacrificio de
Jesús para todas las personas.
Así que les invito a que compartan el mensaje de salvación a todos aquellos que
tu conoces.
Seguimos Creyendo.
Seguimos Confiando.
Seguimos Orando
¡𝐒𝐔𝐒𝐂𝐑𝐈𝐁𝐄𝐓𝐄 𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐀 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐌𝐏𝐀𝐍𝐈𝐓𝐀 𝐘 𝐂𝐎𝐌𝐏Á𝐑𝐓𝐀𝐋𝐎!