AUMENTANOS LA FE


AUMENTANOS LA FE

Lucas 17:5  Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.”  

¿De dónde vino el deseo de que les aumentara la fe?  De no ser tropiezo para nadie, y para perdonar como Dios pide que lo hagamos.  La gente no se da cuenta que, para perdonar, hace falta amor, pero más hace falta fe.  Porque perdón es liberar de una consecuencia a alguien, y esperar que Dios haga algo en favor de nosotros, que Dios sea quien se encargue del asunto.  

Los discípulos le dijeron al Señor: Auméntanos la fe.  Lo curioso es que, cuando la gente pide que Dios aumente su fe, usualmente es en contexto de obtener algo grande; una casa más grande, un carro más grande, un mejor trabajo.  Pero el contexto en el que los discípulos lo dijeron no fue ese.  

Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.”  Lucas 17:6  

Jesús dice: No necesitas más fe; lo que tienes es que usar la que tienes porque la pequeña fe que tienes puede hacer que un sicómoro se desarraigue y sea movido.  El sicómoro era un árbol que echaba raíces bien profundas, podía durar seiscientos años, y tenía las raíces bien amarradas, se agarraban con cualquier cosa; por eso era tan difícil el poder remover un sicómoro.  Las raíces estaban tan agarradas, que era complicado de remover.  Pero el Señor dice a los discípulos: Con el poco de fe que tienes, eso puede desaparecer de un día para otro.  

Si pones fe para perdonar y eres capaz de entender este principio, eso que por tanto tiempo ha estado arraigado en tu corazón, puede desaparecer de un día para otro.  No puedes pretender moverte hacia delante y alcanzar todo lo que Dios tiene para ti, si no eres libre de la ofensa.  Pero tú no tienes que vivir con el pasado.   

Siempre habrá problemas que enfrentar, pero somos más los buenos que los malos.  

Ora por que Dios abra tus ojos, y ora por que Dios aumente tu fe.  Esa es una oración extraordinaria.  Pídele a Dios que aumente tu fe para que, de raíz, se vaya la ofensa de tu vida. 



Seguimos Creyendo
Seguimos Confiando
Seguimos Orando